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Sicariato a precio de ganga: G. 1.800.000 pagaron por la vida del teniente coronel Moral

2025-10-17
Sicariato a precio de ganga: G. 1.800.000 pagaron por la vida del teniente coronel Moral

La investigación del cobarde asesinato del teniente coronel Guillermo Moral desnuda la miserable economía del crimen organizado en Paraguay. Según reveló el comisario Richard Vera, los sicarios que acabaron con la vida del militar recibieron apenas G. 1.800.000 distribuidos en cuatro transferencias para ejecutar «una tarea de vigilancia» y posteriormente cometer el crimen. Una cifra irrisoria que evidencia cómo la vida humana vale menos que un vehículo de gama media en este país sumido en la impunidad.

La pesquisa judicial ya logró la detención de Ángel David González Guillén (22), presunto intermediario que habría entregado el dinero a los asesinos, y de Jorge Guillén Bogado (44), alias «Patrón», señalado como el financista principal con nexos directos con los autores intelectuales. Este último está vinculado a una red de robos a camiones transportadores de celulares y se perfila como el negociador de los productos ilícitos en el mercado brasileño, demostrando las conexiones trasnacionales de esta organización criminal.

Mientras la Policía busca intensamente a Carlos Antonio Báez Guillén, alias «Lulú» -sobrino de Guillén Bogado y hermano de madre de Ángel González-, quien habría proporcionado fotos y datos de la víctima a los sicarios, la investigación topa con el silencio cómplice que siempre protege a estos grupos. Lulú cuenta con orden de captura para extradición a Argentina por robo agravado y homicidio, pero como siempre, circula libre por el territorio paraguayo.

Lo más indignante: los presuntos autores materiales son Rogelio Lemuel Díaz (18) y un adolescente de 16 años, dos jóvenes que deberían estar en las aulas y no empuñando armas. El fiscal general Emiliano Rolón decidió reasignar el caso a la Unidad Especializada de Lucha contra el Narcotráfico y Crimen Organizado, reconociendo tácitamente la magnitud del entramado criminal que segó la vida de un militar frente a la facultad de Derecho de la UNA. Una ironía macabra en un país donde la justicia parece siempre llegar tarde.