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Rolón desvía responsabilidad en caso Pecci y admite estancamiento del Ministerio Público

2025-09-27
Rolón desvía responsabilidad en caso Pecci y admite estancamiento del Ministerio Público

El fiscal general Emiliano Rolón protagonizó una vergonzosa exhibición de evasión de responsabilidades al responder las críticas del presidente colombiano Gustavo Petro sobre la investigación del magnicidio del fiscal Marcelo Pecci.

Con un discurso obtuso y servil hacia el gobierno de Santiago Peña, Rolón intentó desviar la atención hacia Colombia, argumentando que «el norte de las diligencias las tiene Colombia», en un claro intento de lavarse las manos ante la evidente falta de avances en el caso.

La respuesta del máximo representante del Ministerio Público resulta particularmente indignante cuando se contrasta con su propia admisión del penoso estado de la institución. Rolón reconoció que la Fiscalía «no evoluciona hace 10 años» y que solo puede garantizar «el 30 por ciento de la operatividad del sistema» con los recursos asignados. Esta confesión de incapacidad institucional explica por qué casos de alta complejidad como el de Pecci permanecen en la más absoluta nebulosa.

El fiscal general mostró una actitud soberbia al minimizar las declaraciones de Francisco Correa Galeano, quien antes de ser asesinado en Colombia señaló que los autores intelectuales del crimen podrían estar en Paraguay. Rolón descalificó estas afirmaciones como «dubitativas» y sin «mayor sustento», a pesar de que constituían una de las pocas pistas concretas en la investigación. Su postura refleja la misma indolencia que caracteriza a un sistema judicial paralizado.

La situación del Ministerio Público es catastrófica: más del 90% de sus sedes son alquiladas, cuenta con un único laboratorio forense en Asunción y carece de peritos suficientes. Rolón intenta culpar a los legisladores por el presupuesto, pero omite mencionar su propia incapacidad para gestionar eficientemente los recursos. Mientras tanto, casos emblemáticos como el de los «sobres del poder» avanzan a paso de tortuga, confirmando que la impunidad sigue siendo la norma en Paraguay.