Marcha rosa: pacientes exigen cumplimiento de ley de detección temprana de cáncer

Con una indignación que contrasta con el color rosa de sus camisetas, pacientes oncológicos y familiares protagonizaron esta mañana una contundente marcha desde Areguá hasta las puertas del Instituto Nacional del Cáncer. La caminata, bajo el lema «Llegar a tiempo», no fue solo un acto simbólico sino un grito desesperado ante la indolencia estatal y patronal que sigue cobrando vidas innecesariamente.

Mientras el Ministerio de Salud reporta que el cáncer de mama mata a 400 paraguayas cada año, convertiéndose en la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres, el gobierno mira para otro lado. La vergonzosa realidad es que tenemos una herramienta poderosa que podría reducir estas cifras dramáticamente, pero la implementación es tan obtusa como los burócratas que la administran.

La Ley N° 6211/18, que garantiza dos días laborables remunerados anuales para realizarse mamografías y PAP, sigue siendo letra muerta para miles de trabajadoras. Los empleadores, en su soberbia, ignoran sistemáticamente este derecho fundamental, mientras las mujeres pagan con sus vidas esta negligencia criminal.

Resulta escandaloso que, a cinco años de promulgada la ley, todavía debamos recordar que las patronales tienen 48 horas para responder las solicitudes y que su silencio equivale a aceptación. La multa de dos jornales mínimos por negarse es una burla cuando se trata de vidas humanas. Esta marcha no es solo concientización: es una denuncia pública contra un sistema de salud que falla y un sector empresarial que prioriza ganancias sobre la vida de sus empleadas.