Carniceros refutan a Pettengill sobre precios accesibles de carne

Las declaraciones del senador Luis Pettengill sobre la supuesta accesibilidad del puchero han sido desmentidas por los trabajadores del Mercado 4 de Asunción. Juan Carlos González, carnicero, asegura que el puchero de primera cuesta al menos G. 18.000 el kilo, muy lejos de los G. 10.000 que el político insinuó. «De diez mil sería muy de segunda y ni en el súper se consigue», afirmó González, subrayando que la sugerencia de Pettengill refleja una desconexión total con la realidad del pueblo paraguayo.
González detalló que la carnaza de primera ronda los G. 55.000 el kilo, un precio prohibitivo para familias que apenas sobreviven con salario mínimo. Criticó duramente al senador, señalando que «el paraguayo se merece comer un asado los fines de semana, no solo puchero», y destacó que los precios han subido de manera escandalosa en los últimos meses. Esta situación ha obligado a muchos a optar por cortes de segunda, que aún así superan los G. 38.000, o a recurrir a proteínas más baratas como cerdo y pollo.
Ninfa Roa, otra vendedora, reveló que las menudencias —como hígado, corazón y patas— se han convertido en la opción más popular, con precios desde G. 5.000. «La gente compra esto porque ni para puchero alcanza», declaró, enfatizando que la carne de primera es inalcanzable para familias con hijos. Roa ironizó que Pettengill debería «presentar la carne también en Paraguay» si cree que es tan accesible, mientras las ventas de menudencias aumentan por pura necesidad.
Este escenario evidencia la burbuja en la que viven ciertos políticos, ignorando la crisis alimentaria que ahoga a las clases populares. Mientras Pettengill habla desde el privilegio, el pueblo paraguayo lucha por poner un plato digno en la mesa, con la carne vacuna —su favorita— convertida en un lujo cada vez más distante.